Un presupuesto es un elemento clave a la hora de abordar cualquier reforma o trabajo en el hogar. Además de servir para llevar un control del gasto que se produce en la obra, también es una garantía de que el trabajo se lleva a cabo según lo acordado con la empresa de reformas, evitando sorpresas y sirviendo de justificante en el caso de que algún trabajo dentro de la obra no nos satisfaga.

Es por estas razones por lo que no debemos quedarnos únicamente con la cifra final de lo que nos debe costar el total de la reforma y pararnos en cada uno de los detalles que compongan el presupuesto, ¿Cómo presentar correctamente un presupuesto para reformas integrales?

Un presupuesto claro y detallado

La clave de un buen presupuesto bien entendible y preciso reside en dos puntos que deben reflejarse en mayúsculas: el total y el desglose.

La claridad de estos dos puntos viene a satisfacer las necesidades de información del cliente, que primeramente quiere saber sin florituras ni inexactitudes cuánto le va a costar toda la reforma y, después, a qué se debe el coste.

Por estas razones se deben evitar ambigüedades como agrupar tareas concretas bajo definiciones como “mano de obra”, “materiales”, “desplazamiento” etc. que no aportan la suficiente información al cliente de qué se le está cobrando exactamente y por qué.

Una necesidad para dar valor a la obra

Cuando leemos en un presupuesto el cobro de 500 euros por ejemplo por pintar las paredes y el techo de una estancia, nos podrá parecer barato o caro según la impresión previa que tengamos del trabajo en general y del presupuesto inicial con que contemos.

Es por ello, por lo que el detalle en un presupuesto da valor al trabajo que se va a realizar más allá de apreciaciones y “convence” al dueño de la casa de que está pagando por un resultado excelente. Si en vez de un único epígrafe en el que indicar el coste de pintar una habitación, detallamos que en ese trabajo de pintura se incluye el raspado de la superficie, la imprimación y dos capas de pintura, estaremos seguros del apropiado coste de la obra.

Cómo y qué debe presentarse en un presupuesto para reformas integrales

Estamos en plena era digital. La época en la que acumulábamos albaranes y facturas en archivadores modelo AZ queda lejos. Por ello fórmulas como la de presentar un presupuesto totalmente digitalizado en Excel no sólo presenta con claridad cada uno de los apartados, sino que al ser un soporte editable, sirve para llevar un mayor control de lo que se realiza y lo que se paga, facilitando el entendimiento entre ambas partes (contratador y empresa de reformas) durante todo el proceso de la reforma.

Por otra parte, una presentación adecuada desglosa el presupuesto en capítulos, donde detallar en cada uno de ellos la descripción de los trabajos realizados, las cantidades, referencias sobre los materiales y el coste por unidad y total de cada elemento.

Siguiendo a los capítulos se debe mostrar un resumen del coste total, con y sin IVA además del detalle de las fracciones en cuotas si procediera u otros métodos de pago.

Ejemplo de presupuesto para reformas integrales

Teniendo en cuenta los trabajos más comunes en una reforma integral y la forma adecuada de presentación descrita anteriormente, un buen presupuesto para reformas integrales se presentaría en un Excel con los siguientes capítulos:

• Derribos
• Trabajos de albañilería
• Trabajos de carpintería
• Instalaciones
• Sanitarios y grifería
• Pintura
• Muebles de cocina y electrodomésticos
• Coste total con y sin IVA
• Otros detalles adicionales

Este es un ejemplo estándar basado en los trabajos más comunes, pero como cada cliente es una necesidad y se pueden abordar tanto reformas integrales como parciales, trabajos de interiorismo etc. la clave está en que a cada propietario se le ofrezca con claridad y con garantías el coste de la obra. Sólo de esta forma y con la excelencia de quienes saben trabajar y tienen experiencia en el campo de las reformas, se consigue un cliente 100% satisfecho.